sábado, 23 de enero de 2010

Published 20:29 by

Del shopping al museo


En articulo leido en "La Vanguardia" del 23 de enero, aparecia el titular expuesto para enmarcar un cambio de tendencia social en la conducta de los estaunidenses.

Detras del titular se explica que la recesion economica puede ser una prueba para la creacion de una sociedad mas sostenible, de menor crecimiento, mas considerada con el medio-ambiente, menos dependencia por el consumo y mas orientada en interesada a las actividades sociales y culturales.

Parece que esta tendencia ha sido contratada por algunos sondeos y estudios realizados en EEUU, como pais adicto al consumo, apreciandose variaciones de conducta que favorecen la asistencia a museos y actos culturales.

No obstante nos recuerda que el consumismo esconde un efecto psicologico en el cual se compensan largas jornadas de trabajo y cotas de estres en contrpartida a la adiccion a las compras y alimentar la tarjeta de credito.

Asimismo es paradojico porque se establece que un trabajador medio de EEUU dedica 1800 horas anuales, equiparables a lo que se refleja en muchos convenios nacionales, que dista de las 1400 horas de holanda, alemania o noruega.

El autor Thomas Hine en su libro "Me lo llevo: una historia del shopping", basado en la justificacion de que consumimos para compensar el vacio de nuestras vidas, incluido nuestro trabajo.

La falta de capacidad economica y la austeridad han provocado cambios en el consumo, redundando en el ocio familiar, cenas en casa, cineforum con amigos, lectura, internet y television.

En conclusion los efectos de la crisis pueden resultar beneficiosos para el incremento cultural, pero recordar por contra el dicho "solo te acuerdas de santa barbara cuando truena".

Personalmente, la crisis me afecta como a todo el mundo, pero profesionalmente la crisis no me ha hecho cambiar los recursos que siempre han estado a mi alcance, tal como ver una buena pelicula y los ejes de trabajo que posteriormente se pueden trasladar a una sesion formativa.

Como una de las competencias de un formador se requiere una amplitud social para favorecer sus habilidades comunicativas y disponer de recursos para captar la atencion de los formandos, por tanto, que la crisis no modifique o afecte nuestras capacidades, sino que las incremente y pongamonos en cabeza de esta tendencia anunciada.

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