jueves, 7 de enero de 2010

Published 23:11 by

Un 2010 de humanidad

El cierre de año es una etapa crucial para realizar una valoracion de las metas conseguidas y de los logros que queremos acometer para el próximo periodo.

Puede resultar un topico navideño el desear lo mejor a todas nuestras amistades y clientes, al igual que lo es hacerlo al cierre de las campanadas, pero este año 2009 se han evidenciado los signos de la crisis puesto que no se han girado tantos SMS, emails y postales como en años anteriores.

Ni decir tiene que los lotes de navidad han sido mucho mas ajustados y tambien reseñar todas las series de loteria devueltas a hacienda.

La tasa de paro casi ronda mas alla del 21%, si somos realistas y no maquillamos las estadisticas politicas, puesto que existe un gran colectivo de autónomos sin censar que han tenido que cerrar sus negocios y son los que pese a su esfuerzo siguen luchando con grandes apuros para llegar al final de mes.




No obstante, no me preocupa esta situación, sino cómo está afectando a nuestro entorno y cómo esta cambiando a las personas, sin poner freno a especuladores, nuevos ricos y personas que viven por encima de su nivel, quienes la crisis les debería obligar a realizar una cura de humildad, pero parece que no quieren aceptar su situación y siguen con su condición socialmente perjudicial, que se plasma en más de un 30% de morosidad.

El otro dia, un amigo que se dedica al diseño de páginas web me ponia el ejemplo de un cliente que urgentemente le solicito el cambio de hosting de sus paginas web, alegando que tenía problemas y diferencias personales con el otro informático puesto que no era profesional. Hoy, y han transcurrido más de 4 meses, tras un trabajo realizado bien hecho, y con urgencia, este amigo aún no ha conseguido cobrar lo que se le debe.

Hoy ya empieza a costar el saber desdeñar entre las buenas personas, la confianza y la honestidad, y se hace muy dificil saber si esos rasgos de personalidad son autenticos.

El dinero es el dinero, y su falta nos afecta a todos, pero lo lamentable es que esta situacion esta afectando a las personas, esta alterando la humanidad y se estan perdiendo los valores.

Mis deseos para el 2010 son optimismo, trabajo (valorando el que se tiene porque hoy es un privilegio), austeridad, coherencia con los valores de respeto y ser persona, y saber disfrutar de los pequenos momentos.


Enviado desde mi dispositivo BlackBerry® de Orange.