La eficacia se consigue a través del cumplimiento de una lista de tareas en la cual se han proyectado una serie de objetivos que conjuntamente nos permiten alcanzar un logro o una meta superior.
La eficiencia se consigue ordenando, priorizando, y ejecutando con celeridad y efectividad los logros deseados, sobre todo evitando errores y evitando costes de no calidad que nos obligarán a subsanar imperfecciones.
Para abundar en la eficacia y la eficiencia la clave esta en trabajar con un método, en el cual determinemos lo que queremos hacer, cuando tenemos que hacerlo, quien debe de hacerlo y determinar la manera o los medios para hacerlo.
La variabilidad humana por naturaleza provoca dispersión distrayendo nuestra atención y supone no abundar en lo eficaz, sino que abundar en lo imperfecto y en lo estéril.
El método eficaz para reportarnos abundancia en la ejecución de nuestro trabajo nos obliga a reunirnos con nosotros mismos y determinar el plan del día.
Si centramos nuestros objetivos a primera hora de la mañana abundaremos en metas que nos acerquen a compromisos y logros que nos reportaran riqueza, por eso hemos de ser firmes y rigurosos en chequear nuestra agenda y en cumplir con nuestras metas, para abundar en satisfacción diaria.
La abundancia sera generosa con nosotros si somos ordenados y rigurosos, y la abundancia a través de nuestro trabajo nos reportará riqueza y orientaremos con firmeza nuestras metas lo cual nos dará la sensación de mantener un ritmo y un camino sensato y acorde hacia la abundancia en la felicidad de nuestras acciones y el resultado de nuestros actos al estar conciliados con nosotros mismos.
La abundancia es generosa, por eso le hemos de agradecer que nos advierta y nos recuerde que hemos de disponer de un método de trabajo eficaz y ser eficientes para de este modo conseguir nuestra riqueza.
Demos gracias a la abundancia
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